lunes, octubre 03, 2011

Asesinato de un alunado



Mientras los perros hambrientos venían por mi roja carne
con un rictus en tu mirada y
cuidando tu tersa piel me decías
"todo va a estar bien.."

Destrozaron mi cuerpo
devoraron mi corazón y mis ojos
mis manos y mi pecho
Fue cuando mi memoria y mi alma se hicieron desconocidas.

Desde entonces mi cabeza
intenta armar un rompecabezas de recuerdos olvidados
extraviados en la nada,
devorados por los perros.